Una niña salvadoreña de 11 años que iba a ser deportada de Estados Unidos tuvo una segunda oportunidad, luego de que el juez que lleva su caso decidió detener el proceso y reabrir el caso. La madre de la menor se fue huyendo al país norteamericano por amenazas de pandillas.

Laura Maradiaga de 11 años de edad podrá continuar el proceso que ella y su familia habían solicitado para que se les otorgara asilo luego de que pandilleros del barrio 18 asesinaron a familiares por ser testigos de un asesinato. Laura, su hermana Adamaris y su madre Dora fueron amenazas, de acuerdo con un reportaje de la cadena Univisión.

La familia relata que los pandilleros incluso amenazaron a Adamaris para que se hiciera novia de uno de los criminales y de no hacerlo iban a matar a Dora, por lo que la madre decidió huir a suelo norteamericano.

De acuerdo a la cadena internacional, el proceso legal de la familia se dilató desde el dos de febrero de este año porque en ese entonces el presidente Donal Trump mantenía cerrado el gobierno como medida de presión al Senado para conseguir el dinero y pagar el muro fronterizo con México.

La siguiente cita fue para el 12 de marzo, pero en esa ocasión Adamaris y Dora recibieron el citatorio, mientras que Laura una carta de deportación.

Univisión consignó que el juez que llevaba el caso de Laura aceptó la solicitud de los abogados de la menor para reabrir el caso y darle una oportunidad a la niña para que se le conceda el asilo.

“Me reconforta que la Corte haya rechazado la inhumana política de Trump de separar a niños de sus padres y reconociera que hubiera sido un error no darle la oportunidad a Laura de ir a una Corte”, dijo la abogada de Laura, Silvia Mintz a Univisión.