La víctima, quien no fue identificada ya que no portaba documentos de identidad personal, tenía impactos de bala en su rostro y estaba atado de manos y pies.
La víctima presentaba tres balazos en el cuello, tres en el hombro y otro en su brazo derecho, detalló la Policía.
Personal de laboratorio de la Policía Nacional Civil (PNC) se hizo presente el lugar, ya que el pick up no tiene reporte de robo ni se conocía el paradero de la persona que lo conducía. El empleado se emborrachó y dejo el automotor abandonado.
La División de Armas y Explosivos (DAE) de la PNC llegó al lugar para explorar el carro, al hacerlo no se encontraron con ningún explosivo sino con una irrisoria cantidad de marihuana.
El día en que ocurrió el crimen, la joven habría sido llevada al lugar para asesinarla; ella pidió auxilio a gritos a la orilla de la calle, pero ninguno de los conductores que transitaban se bajó para ayudar a la mujer.
Las autoridades no pudieron identificar de inmediato al pequeño y los trabajadores de la finca aseguraron a los agentes de la PNC que nunca lo habían visto.
El perro fue abandonado cuando era un cachorro.
