Los miembros de esta clica mantenían en zozobra a los pobladores del sector de la Laguna El Espino, hasta las Chinamas en Ahuachapán, ya que realizaban constantemente homicidios, extorsiones y privaciones de libertad.
Los pandilleros que estaban en el campamento al percatarse de que en la zona andaban los agentes de la UTEP optaron por huir del lugar. Posteriormente, se rastreó la zona pero no hubo delincuentes detenidos.
Al llegar solamente encontraron ropa, algunas sabanas abandonadas y una hamaca.
Los policías abrieron fuego contra los delincuentes para repeler el ataque y producto de ello uno de los sujetos fue eliminado en el lugar, quien no ha sido reconocido, mientras que tres de los que participaron en el tiroteo fueron detenidos.
Los sujetos delinquían en la hacienda San Ramón, del Llano Los Patos y el caserío Torola, del cantón Las Tunas, del municipio de Conchagua, La Unión.
Los delincuentes tenían un campamento en medio de los manglares en la Isla Tortuga, del departamento de Usulután.