Tanto los agentes como los militares resultaron ilesos del ataque de los dos pandilleros. En el lugar se encontró una pistola que fue utilizada por los sujetos para atacar a las autoridades.
En el campamento se encontraron dos pistolas, hamacas, chamarras, mochilas y dos celulares.
Cuando los socorristas llegaron al lugar, Contreras estaba sentado, tenía las pupilas dilatadas y todavía sostenía el cuchillo en la mano. En el piso de su cuarto habían manchas de sangre.
Los sujetos, luego de cometer el robo a punto de pistola, escaparon en un vehículo rojo placas P 392-074. Al ser ubicados, atacaron a balazos a los policías.
El sujeto enfrentó la audiencia inicial y la jueza ordenó su detención por lo que fue enviado al Centro Preventivo y de Cumplimiento de Penas de Apanteos. Es acusado de violación en menor e incapaz.
El conductor del vehículo con el que chocó el joven se quedó en el lugar.