"Él siempre siguió insistiendo y como ella no le hacía caso, le dijo que por las buenas o las malas iba a regresar. Ella lo evitaba pero él le insistía que regresaran", detalló una familiar.
La víctima fue llevada en condición estable a un centro hospitalario, personas que estaban cercanas al lugar donde ocurrieron los hechos alertaron a las autoridades.
De acuerdo con medios brasileños, el hecho sucedió a eso de las 2:50 de la tarde en ese país, cuando había una misa por el cierre de un campamento. Los fieles habían llegado al lugar y escuchaban atentamente al sacerdote.
Según una fuente policial, la mujer cuya edad se calcula entre los 30 a 35 años, había sido desmembrada de sus brazos y piernas. En su hombro derecho tenía un tatuaje de una bota.
Según la Policía, cuatro pandilleros raptaron a la mujer a quien la introdujeron a un vehículo pero al transitar sobre una calle del centro de Cojutepeque fueron interceptados por agentes policiales y soldados.
La Policía recibió la alerta de personas que observaron cómo los criminales raptaban a la mujer, al ser avisados se desplegó a un equipo de la Unidad Táctica Especializada Policial (UTEP), conocidos como Jaguares.
En la escena del crimen no se encontraron rastros de sangre o casquillos de arma de fuego, por lo que las autoridades presumen que fue estrangulada.