El sujeto había sido detenido el 7 de diciembre de 2016 por lo delitos de robo agravado y privación de libertad en perjuicio de un vigilante privado.
El privado de libertad falleció en el hospital, tras ser llevado por la ingestión de medicamentos.
El reo fue sorprendido cuando intentaba fugarse del centro penitenciario La Esperanza, mejor conocido como Mariona, y murió en el Hospital Rosales debido a una herida de bala.
Gracias a su buena conducta el Consejo Criminológico lo benefició trasladándolo a fase de confianza, lo que le permitía viajar a su casa; sin embargo un día ya no volvió al penal.
Con penas de hasta cinco años fueron condenados los custodios que trabajaban en la prisión de Rikers Island en Nueva York.
El reo murió cuando recibía asistencia médica en una unidad de salud de Tonacatepeque.
De acuerdo a la información policial se trata de dos hombres y dos mujeres que se conducían en un vehículo particular y esperaban a sus víctimas en las cercanías de la UES.