Hoy se cumplen dos años de que el expresidente de la República, Francisco Flores Pérez, falleciera después de estar una semana en coma y tras un cuestionamiento que se le seguía por un caso de corrupción que enfrentaba por presuntamente usar $15 millones de donativos destinados a los damnificados de los terremotos de 2001 para financiar una campaña electoral de ARENA que aún no ha podido resolverse.

Flores, quien ejecutó su gestión de 1999 a 2004, dolarizó la economía salvadoreña y lanzó su famoso plan “Mano Dura”, destinado en contra de los miembros de las pandillas, principales autores del incremento de homicidios en país.

El fallecido presidente, que al momento de ejercer tal cargo tenía 39 años de edad, se encontraba bajo arresto domiciliario por la desaparición de millonarios donativos hechos por la República de China (Taiwán), ​ durante la presidencia de Chen Shui-Bian, acusado de actos de corrupción.

La Fiscalía General de la República (FGR) acusó a Flores el 1 de mayo de 2014 por los delitos de peculado y enriquecimiento ilícito. Ante esto, el 9 de mayo de 2014, la INTERPOL colocó la difusión roja contra Flores, para proceder a su captura en los 190 países asociados a esta organización.

Voluntariamente, Flores se presentó el 5 de septiembre de 2014 a los tribunales de San Salvador en compañía de sus abogados, en donde bajo una audiencia especial el juez Levis Italmir Orellana decretó arresto domiciliar mientras continuaban las investigaciones.

El jueves 3 de diciembre de 2015, el expresidente fue enviado por orden del Juzgado Séptimo de Instrucción a las bartolinas de la División Antinarcóticos (DAN), pero una Cámara de lo Penal revocó esa decisión, por lo que regresó al arresto domiciliario.

Sin resolverse responsabilidad civil

Luego de 21 días, el 24 de enero de 2016, el expresidente fue internado en el Hospital de la Mujer, ubicado en la colonia Escalón, en donde fue operado de emergencia después de sufrir un derrame cerebral a causa de una obstrucción arterial.

Los doctores le diagnosticaron un coágulo de sangre en una arteria que le inmovilizó la parte derecha del cuerpo y lo mantuvo sin respuesta a estímulos. A raíz de la obstrucción, Flores sufrió un derrame y un paro cardíaco. El expresidente permaneció en estado de coma y conectado a un respirador.

Tras estar hospitalizado durante seis días, falleció a las 9:50 de la noche del 30 de enero de 2016 a causa de un accidente cerebro vascular isquémico, según determinaron los médicos que lo atendieron en el nosocomio privado.

El Tribunal 5° de Sentencia de San Salvador  ha llevado el caso por la responsabilidad civil contra el fallecido expresidente de El Salvador. En ese proceso, la Fiscalía pretende que familia de Francisco Flores se haga responsable por los millones donados por Taiwán.

De ser encontrado culpable, el Tribunal impondrá a la familia del exmandatario una cantidad económica para reparar el daño que habría causado en perjuicio del Estado, ya que desde el momento de su muerte fue sobreseído definitivamente de los delitos que lo acusaban.

No obstante, el caso no ha podido continuar debido a que la familia aún no recibe la herencia y además las propiedades de la familia ahora están en manos del Estado. 

Esto debido a que en paralelo, la FGR inició a mediados del año pasado un proceso de extinsión de domino sobre varias propiedades a nombre de Flores. El detalle de los inmuebles describe que tres de ellos están en la Hacienda Isla San Sebastián, otros tres en el departamento de Ahuachapán, uno más en Santa Ana y otro en La Libertad.

El caso, por ahora, ha quedado congelado y hasta la fecha no se cuenta con resolución alguna respecto a ello. Los donativos quedaron “invertidos” en la campaña política del también ahora expresidente Antonio Saca.