El gobierno de Nicaragua confirmó a través de su Diario Oficial que ha otorgado asilo político al expresidente de la República, Mauricio Funes, quien es investigado por corrupción cuando fue jefe de Estado. El exmandatario señala que recibió amenazas de muerte en las últimas semanas.

En el sitio web de La Gaceta se detalla que Funes tendrá ese beneficio junto con su compañera sentimental, Ada Mitchell Guzmán, y el hijo de ambos Mauricio Alejandro Funes Guzmán.

El expresidente denunció que personas identificadas con la derecha le hicieron llegar amenazas de muerte, que según dijo iban a ser ejecutadas cuando regresara de Nicaragua, país en el que se encuentra desde hace unas semanas y en el que dice ha trabajado en consultorías.

De acuerdo al documento publicado, Funes alega que su vida y la de sus familiares corre peligro en El Salvador, luego de las acciones realizadas como presidente durante el periodo de 2009 a 2014.

La publicación señaló que las leyes nicaragüenses "aseguran el asilo (...) amparando a los perseguidos por luchar en pro de la democracia, la paz, la justicia y los derechos humanos", lo que habría justificado la concesión del asilo.

Junto al expresidente también se encuentra otro de sus hijos, Diego Funes, quien junto a la expareja del exmandatario, Vanda Pignato, enfrentan un juicio civil por el delito de enriquecimiento ilícito.

Funes ha negado en reiteradas ocasiones que se encuentre en Nicaragua por una situación provocada por la investigación realizada en su contra y ha argumentado que llegó a ese país a realizar una consultorías.

Periodistas nicaragüenses han detallado que el expresidente Funes es escoltado por policías del gobierno de Daniel Ortega.

En respuesta a los señalamientos de contradecirse en sus alegatos explicando su presencia en Nicaragua Funes publicó en redes sociales que "no mentí sobre el asilo. Decidí tramitarlo el 31 de Agosto después de constatar la persecución política que se inicia en mi contra".

De igual manera agregó que "tengo fundadas razones para asegurar que existe un plan de atentados de la extrema derecha en mi contra. Por eso solicité asilo y protección".

"Estando en El Salvador recibí "mensajes" de fuerzas de derecha que aseguraban que una vez en el país atentarían contra mi integridad física", remarcó.