• Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Sucesos - Juicio continuará el 5 de julio

Relato de la madre de una joven acusada de matar a su bebé en una fosa séptica

A la joven se le imputa el delito de homicidio agravado en contra de su hijo recién nacido, pues fue encontrado en una fosa séptica pero sin ningún tipo de lesión externa.

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Imagen referencia. Foto: FGR
Relato de la madre de una joven acusada de matar a su bebé en una fosa séptica

Evelyn Beatriz Hernández Cruz dio a luz a un niño de 32 semanas en el patio de su casa, en el caserío Los Vásquez del cantón El Carmen, en el municipio de El Carmen, Cuscatlán. Entonces, la joven tenía 18 años. El bebé fue encontrado minutos después en la fosa séptica de la vivienda.

La joven en aquel momento dijo que no sabía que estaba embarazada, pese a que estudiaba tercer año del bachillerato en Salud cuando sucedió el hecho. No recuerda mucho del hecho, pues perdió la conciencia.

Actualmente el caso se ventila en el Tribunal de Sentencia de Cojutepeque, pues la Fiscalía General de la República (FGR) acusa a  la mujer de homicidio agravado en contra de su hijo, un delito que se pena hasta con 40 años de prisión. Mientras, la defensa –con los argumentos de los estudios forenses como respaldo- asegura que el menor nació muerto y que no hay delito.

En medio del hecho está la madre de la joven, Josefina Cruz, quien nunca supo que su hija estaba embarazada y que vivió el drama de primera mano al ver a su hija salir del baño casi moribunda y darse cuenta que su nieto fue encontrado entre las heces de la fosa. Este es el relato que dio la madre en el juicio en contra de su hija:

Yo tengo tres hijos, pero lo que me trae aquí este día es lo que ocurrió con mi hija mayor, Evelyn. Todo ocurrió el 6 de abril del año pasado. Recuerdo que a eso de las 6 de la mañana me dijo que le dolía el estómago, que tenía diarrea, que tenía mal de orín y que le dolía la espalda.

A mí no me pareció muy raro, porque ya varios meses llevaba que se quejaba de que estaba mal de salud. Me decía que tenía dolor de espalda y mal de orín. Yo le decía que fuera a pasar consulta, pero como estaba estudiando, se iba a estudiar y ya no iba.

En ese entonces estaba en tercer año del bachillerato en Salud en el instituto de San Rafael Cedros. Ese día que me dijo que se sentía mal, solo nos encontrábamos las dos en la casa. De presto me dijo que se sentía peor, que iba a ir al baño.

Nuestro baño está en el patio de la casa, como a cinco metros, está tapado con una carpeta plástica y eso protege del sol y la lluvia y ya nadie lo ve. Estuvo ahí unos cinco o siete minutos y salió.

Yo estaba parada frente a ella y  le pedí que me ayudara a mover unos guacales que teníamos ahí. Ella no me hacía caso, no me respondía, no reaccionaba. Entonces me preocupé, comencé a mirar y vi que se agarraba de la pila para no caerse. Estaba más pálida que una hoja de papel, se veía como ida. Es que no era ella.

“Yo dije mi hija se murió”

Me asusté tanto porque la vi que estaba ahí, pero estaba como perdida. En eso me fijo que de desvanece y corro a agarrarla con todas mis fuerzas. Como pude la agarré y justo en ese momento veo en sangrerío que le corría por la pierna para abajo.

Como pude la abracé, me la llevé al baño y fue que la empecé a lavar, a echarle agua, pero seguía saliendo sangre. De ahí me asusté tanto que me la llevé casi arrastrada, inconsciente, para adentro de la casa. Supe que era momento de llevarlo al hospital. Decidí llamarle a un concejal del pueblo que siempre nos ayuda en emergencias para llevarnos en un carro de la alcaldía.

Mientras esperábamos, la sangre seguía saliendo, eran borbollones de sangre y de repente una cosa extraña, enorme le salió de su parte. Cayó al suelo y ahí me sorprendí. Justo en ese momento mi hija cayó al suelo. Ahí sí que me paralicé. Yo dije "mi hija se murió".

Eran alrededor de las 10 de la mañana cuando llegó el señor concejal y fue él quien se la llevó chineada para llevarla a la calle, donde llegaría el pick up a traernos.

Cuando nos fuimos le dije a mi hijo que limpiara todo y que esa cosa grande que mi hija había sacado la enterrara. El muchacho así lo hizo. Lo que el joven enterró en el patio de la casa era la placenta que su hermana había expulsado.

En el hospital

Cuando llegamos al hospital eran casi las 11 las de mañana. Nos hicieron esperar como unos 15 minutos. Lo primero que me preguntaron era que si yo sabía si mi hija estaba embarazada. “No, no sé”, contesté firme. Se la llevaron a urgencias y me dejaron esperando.

Después me llamó la doctora para explicarme lo que había pasado. “Su hija ha tenido un bebé”, dijo. Yo me sorprendí, no lo podía creer. Ella no tenía estómago, no se le notaba eso.

Me preguntaron por el bebé, pero yo dije la verdad, que no sabía nada. Le expliqué que solo le había salido esa cosa. Me preguntó dónde estaba eso y le dije que en mi casa. Me pidió que lo llevara. Entonces me fui de regreso a la casa a traerlo.

Lo saqué y como estaba sin lavarlo, medio lo limpié y lo llevé. Me lo recibió una doctora y no me dijo nada. Después me preguntó que si yo no sabía que eso era una placenta. La verdad es que yo nunca había visto una. Y me insistió que tenían que encontrar al bebé, pero yo no sabía nada.

En ese momento avisaron a la Fiscalía y llegaron rápidamente. Me acompañaron de regreso a la casa. Eran como las 4 o 5 de la tarde y comenzaron a inspeccionar todo.

Luego, fueron a ver el baño y comenzaron a buscar. Ahí encontraron al bebé, adentro de la fosa. Estaba todo lleno de sangre. Al niño lo sacaron con unos alambres, lo limpiaron y se lo llevaron para Medicina Legal. Yo ni entendía como había pasado todo eso.

Al día siguiente me dijeron que ella quedaría detenida por haber matado al niño.

Yo no sé cómo fue a pasar todo esto. Ella ni novio tenía, nunca se le notó nada. Yo solo la veía pálida y ella decía que le daba mal de orín y dolor en la espalda, pero nada más. Jamás me imaginé que fuera esto. Es más, cada mes yo estaba pendiente y siempre le venía la menstruación sin falta. Yo nunca supe nada.

Los estudios forenses

Según se conoció en la audiencia celebrada ayer, el bebé que fue encontrado tenía 32 semanas de gestación y media alrededor de 51 centímetros. Para la Fiscalía es imposible que la madre no se diera cuenta que la joven estaba embarazada y, además, sostienen que el bebé murió cuando la madre lo dejó caer sobre la fosa séptica.

El cuerpo del menor muestra que en sus pulmones hay heces fecales. Para la Fiscalía esas heces las absorbió al caer en la fosa. Sin embargo, la defensa al interrogar a los peritos en el juicio intentó demostrar que si el menor no nace en las condiciones adecuadas este puede morir de asfixia dentro del vientre o durante el parto.

El estrés que vive el bebé en ese momento provoca que este defeque dentro del vientre y este termina aspirando e ingiriendo sus propias heces, lo que le provoca al menor una depresión respiratoria y si no recibe atención médica puede morir asfixiado antes de nacer. Esta es la tesis de la defensa y la que buscarán alegar en el desarrollo del juicio.

La vista pública inició el pasado 23 de junio, se prolongó una segunda jornada -celebrada ayer- donde expusieron sus testimonios peritos y testigos y continuará el próximo 5 de julio. En esta jornada se espera que se termine el juicio y la juzgadora vierta un fallo.

De ser encontrada culpable, esta mujer podría ser condenada entre 30 y 40 años de prisión, según la legislación salvadoreña.

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