La madre ayudo a su hijo a ocultar la escena y crearon una coartada para demostrar que todo se trató de un accidente de tránsito.
La madre de la menor se negó a recoger su cuerpo en las instalaciones de Medicina Legal, dos tíos lograron reclamar el cuerpo luego de un largo proceso burocrático.
La víctima es María Esther Ramírez, de 36 años de edad, cuyo cadáver fue encontrado boca arriba, envuelto en una sábana y con sangre en el cuello y nariz.
Los familiares tumbaron la puerta y encontraron tirada en el suelo a la mujer, ensangrentada debido al "puyón" del lado del corazón que presentaba. A un metro de distancia del cadáver, encontraron un cuchillo pequeño con el que fue asesinada.
La valiente policía asegura que ella no confía en nadie, ni en su propia sombra. "El valor es la mitad de la vida. Así es, tienes que decidir en segundos ya que tu vida está en juego".
La joven será enterrada sin capturas del crimen, mientras las autoridades aún investigan.
El traslado se debe a las investigaciones que se realizan por el caso de la agente que murió en la subdelegación de Mejicanos el pasado 31 de diciembre.
José Héctor Turcios, a quien la Policía señaló como sospechoso del crimen, contó que el domingo terminó la relación con Graciela porque ella le confesó que estaba saliendo con un agente de la PPI.
La joven había programado casarse con su novio en el mes de abril, pero la noche de este martes fue asesinada.
Al sepelio llegaron cientos de personas a darle el último adiós, en medio de un acto de acción de gracias con varios líderes religiosos.
