Al momento en que desapareció vestía pantalón negro de vestir, camisa sport rallada con colores negro y blanco. Portaba zapatos tenis color azul y mide 1.60 metros de alto.
El joven desapareció hace cinco días, hasta el momento las autoridades no han brindado información sobre las investigaciones a la familia.
Las únicas pistas que la familia cree tener son unos mensajes de WhatsApp en los que se les da la ubicación de un pozo en el que deducen podría estar el cuerpo de su pariente.
La familia del joven se quejó del trato que les han dado las autoridades a cuatro meses de haber visto por última vez a su ser querido en la ciudad de Santa Tecla.
La familia paterna del niño presume que la madre, quien está fuera del país, es la que estaría involucrada en la desaparición del menor y que estaría buscando llevárselo fuera de El Salvador.
Una de las acciones que tomaron, posterior a la denuncia, es que se organizaron en grupos conformados por familiares y policías para dar con el paradero del joven, pero hasta el momento no han rendido frutos.
Además, en ese mismo bar y restaurante desapareció, Claudia Ivania Palacios Hernández, de 33 años, quien trabajaba como mesera en ese negocio. Ella está desaparecida desde el 19 de julio.
La familiar aseguró que la última conexión que realizó Martínez en su celular fue a las 11:45 del pasado 24 de julio. Luego de eso, cuando se le marcaba, su aparato estaba apagado.
La familia sospecha de un proveedor de la empresa donde trabaja ya que no reportó la ausencia de la mujer hasta que su familia preguntó por ella en horas de la noche del jueves.
Angusitada de no ver a su hija en más de una semana, la madre de la víctima interpuso un aviso a la Fiscalía General de la República para que investiguen el caso.
