Saca había pedido a los bancos "un grado de secretividad" para que no denunciaran las extrañas transacciones con elevadas sumas de dinero.
Era una promoción que la empresa Krëfel manejó antes del mundial de Rusia 2018, en el que decía que si la selección de los Diablos Rojos anotaba más de 15 goles en la Copa del Mundo, devolvería el dinero de la compra. Este sábado lograron 16, y Krëfel anunció que pagará.
El ingenuo cliente le expresó al detenido si podía dejarlas allí mismo para recogerlas posteriormente, pero su sorpresa fue que cuando llegó nuevamente no encontró ni a Bonilla ni las vitrinas y al quererlo contactar por redes sociales, ya lo había bloqueado.
Los fondos por los que la comunidad en el exterior pide cuentas, se utilizaron para movilizar a las personas de un departamento a otro para los mítines de Bukele y para comprar papelería para la recolección de firmas.
El exmandatario indicó que debido a esas sumas monetarias que les son otorgadas a Meléndez es que José Ernesto Regalado O’Sullivan obtuvo un fallo absolutorio en el caso de remuneración por actos eróticos en menores de edad, en el que supuestamente estuvo implicado junto al “Gordo Max”.
Se crearon ocho cuentas en el Banco Hipotecario, a nombre de tres de los imputados, para que los fondos públicos fueran trasladados a esas cuentas. Luego de eso, el presidente del banco, Manuel Rivera Castro, giraba instrucciones a los empleados para "proporcionar y sacar ese dinero".
En el operativo policial se logró identificar a la joven, la cual se encontraba en una vivienda acompañada de su novio, un pandillero de la MS-13.
El juzgador mantuvo la detención provisional para todos los imputados, quienes continuarán en el Centro Penal "La Esperanza", mejor conocido como Mariona a la espera de que se programe el juicio.
Según la Fiscalía General de la República (FGR), el hombre se acompañó con la madre de la menor en el año de 2012, cuando la niña tenía sietes años. En el 2014 el hombre ofreció, por primera vez a la menor dinero y juguetes a cambio de dejarse tocar sus partes íntimas
Dos mujeres, una de ellas hija de un locutor y colaboradora jurídica en un bufete de abogados, amenazaron a la supuesta víctima para que les entregara el dinero proveniente de un alquiler; le dijeron que lo encontrarían embolsado.
