Tras interceptar a las víctimas, el asesino sacó un arma de fuego y le disparó en la cabeza a una víctima, quien murió en el momento. Luego, disparó contra la otra persona, quien cayó al suelo y fingió estar muerta. El criminal creyó que había matado a sus dos víctimas y huyó del lugar.

Óscar Merino había llegado a la casa de su expareja y se encontró con Julio César Monterrosa, el nuevo compañero de la mujer. En medio de un altercado, Monterrosa le disparó a Merino, causándole la muerte.

En medio de una discusión dentro del vehículo en que viajaba la pareja y sus hijos, el hombre sacó un arma de fuego para amenazar a la víctima. Pese a los intentos de la mujer de calmar al acusado, este le disparó en la pierna.

La Fiscalía detalló que el hombre recibió una condena de 20 años de cárcel: 10 años por el intento de feminicidio de su cuñada y otros 10 años por tenencia, portación o conducción ilegal de arma de fuego.

Con la noticia del fallecimiento de la niña, el hombre ahora será acusado en los tribunales por el delito de feminicidio agravado, así como por el delito de intento de feminicidio contra su excompañera de vida.

Un peligroso pandillero de la 18-R fue condenado a 20 años de cárcel por matar a una víctima e intentar asesinar a otra en Ayutuxtepeque. El hecho ocurrió en 2019. El criminal había sido detenido por agrupaciones ilícitas en 2017, pero salió libre.

La PNC capturó al sospechoso de haber disparado al exagente. Las autoridades informaron que el detenido ya había amenazado de muerte a la víctima.

La víctima es Ruperto Portillo, de 73 años, quien se suicidó dentro de su casa, informaron las autoridades.

Ambos se habrían fugado de un puesto policial; si embargo, las autoridades manejan el caso con hermetismo.

El agente es acusado de lesionar de gravedad a un ciudadano al que supuestamente pidió dinero a cambio de no llevarlo a un centro de contención.