Según la acusación, las agresiones fueron cometidas entre febrero del 2018 y marzo del 2020 en Alajuela. Después, el imputado huyó a El Salvador, pero fue detenido en el 2021 en la frontera Las Chinamas, en Ahuachapán.
El día en que la víctima llegó a hacer los oficios a la casa del pastor, este la lanzó a su cama, le quitó la ropa y la agredió sexualmente. Después, le dijo a la menor que le regalaría un celular y $10 para que no dijera nada de lo ocurrido.
Cuando la Policía llegó a la escena del crimen el 19 de noviembre de 2022, al lugar también se presentó el imputado para dar declaraciones. Los policías, sin embargo, observaron que tenía manchas de sangre en sus zapatos y lo detuvieron.
Después de tomarla del estante, se la metió debajo del pantalón y se fue directamente a la caja para comprar el primer licor que había solicitado.
El hombre, la noche antes, fue observado por vecinos ingiriendo bebidas alcohólicas. La esposa del fallecido dijo a las autoridades que le gustaba tomar alcohol.
La mujer intentó huir, pero fue detenida por las autoridades salvadoreñas. Llevaba escondido el fusil de asalto en un bulto. Fue arrestada por agentes de la División de Seguridad Fronteriza.
La mujer vestía un pantalón jeans celeste, zapatos tenis y una blusa que quedó manchada de sangre.