Fuentes policiales recomiendan a las jóvenes no dejarse engañar por este tipo de ofrecimientos que circulan en redes sociales que ponen a disposición plazas laborales bien pagadas.
Aún permanece fresco el recuerdo del ingeniero Rigoberto Arnulfo Orellana Canales, atacado al negarse a ser asaltado; y de Luis Alberto Ramírez Oliva, encontrado lapidado en una calle.
Los restos del ingeniero asesinado, Rigoberto Arnulfo Orellana Canales, fueron enterrados en el cementerio del cantón Joya de Cerén donde cientos de personas participaron para darle el último adiós.
“El doctor nos dijo que mi hijo tenía un tumor maligno y que debían cortarle toda la pierna porque si no hacían eso el mal iba a atacar a los riñones”, contó el padre del menor de edad.