“Hablé las 6:18 de la tarde, cuando logré escaparme de los sujetos. El 911 me hace una llamada enlazada y uno de los de despacho me acusa que quizás yo estoy bolo y me corta la llamada”, explicó el agente.
Desde el mes de diciembre hasta el 9 de enero de este año se registran seis policías suicidados, dos cabos, un sargento y tres agentes.
Explicó que a la mayoría de sus compañeros y a él les ha afectado —en el plano emocional y en el grupo familiar— los acuartelamientos prolongados.
Una fuente policial explicó a este medio que el cabo tuvo problemas con la Covid-19 y por ello quedó muy afectado.
Según relató a las autoridades, cuando era llevado por sus captores—en un momento de descuido—se les escapó y corrió por las riberas del río Acelhuate y fue a salir a San Jacinto.
