Los diferentes grupos de poder e interés dentro del FMLN están en constante movimiento a raíz de los vacíos de poder que se presentan por las condiciones médicas del presidente Salvador Sánchez Cerén. Algunos hablan de limitantes que contribuyen a que él no esté al cien por cien a la cabeza del Gobierno.

En la lista de quienes, para el analista Kirio Waldo Salgado, estarían manejando los hilos aparecen Medardo González, secretario del partido de izquierda y primer designado presidencial; también la segunda designada y jefa de fracción, Norma Guevara, así como el viceministro de Inversión y financista del partido, José Luis Merino; además el vicepresidente Óscar Ortíz; Lorena Peña de la Comisión Política y el secretario Estratégico, Roberto Lorenzana.

Para Salgado se trata de una nueva dirigencia del partido sin idoneidad, un directorio que no respeta el liderazgo de un personaje y que, contrario a esto, hala para su conveniencia.  

“No puedo concebir que haya alguien que ejerza un caudillismo sobre los mencionados; ellos no respetan caudillos y cada uno quiere participar y ser tomado en cuenta y chocan con las otras tendencias. No hay unidad de acción, sino confusión y lamentablemente no son los más idóneos para manejar el Gobierno”, dijo Salgado.

Explicó que hay divisiones en la dirigencia por tener el poder total ya que “estos, halan por su lado; a pesar de que ahí mismo hay gente que conoce bien lo que está llevando a la muerte al presidente: la corrupción de algunos malos elementos. Eso ha desgastado la salud de Cerén”, señaló Salgado.

“Si el vicepresidente se exonera, el trabajo lo asume Medardo González, quien no tiene experiencia en manejar el Gobierno; pero dependiendo de lo que resulte de la salud del presidente podríamos entrar a un proceso caótico”, advirtió Salgado.

Para Dagoberto Gutiérrez los que está obrando ante la falta de presencia de Sánchez Cerén son grupos de poder de índole empresarial, financiero; otros prefieren hablar de dirigentes del mismo partido. 

El objetivo es simple, buscar el sucesor de Cerén que asuma la presidencia en 2019, una decisión bastante importante, dado que el heredero tendrá en sus manos importantes decisiones que tomar.  

Para Gutiérrez es necesario cuestionarse si hay un presidente ejerciendo el poder en el país e incluso va más allá: “Las decisiones del Gobierno no las toma el presidente, pero sí un grupo muy cercano a éste. En el Gobierno y en el partido, no hay uno, hay unos. Acá, hay grupos financieros y empresariales que mueven no los hilos, sino las voluntades que quienes están dentro del partido y dentro del Gobierno”, añadió.

Para Gutiérrez el presidente, posiblemente no esté en capacidad de gobernar; sin embargo, las decisiones las tienen que tomar los grupos: “Posiblemente, no existe gabinete de Gobierno, pero sí ministros y eso es una situación que no puede prolongarse. No se sabe si hay un Frente, pero sí hay grupos empresariales, financieros, más que políticos, halando para su propio interés y sin duda los nombres y los hombres van cambiando, solo el presidente no cambia, aunque ya no tenemos presidente”, añadió Gutiérrez.  

Volviendo con Salgado, él cree que Sánchez Cerén quiere terminar su gestión en la silla presidencial, pero hace un sobreesfuerzo para lograrlo y eso tiene un desgaste: de la gente que lo rodea, de los escándalos de corrupción que se conocen bien dentro del mismo frente y el desgaste de las ambiciones políticas de algunos elementos.  

Secretarios desmienten que Sánchez Cerén no pueda gobernar.

El secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas dice que la salud del presidente no está en duda: "El presidente se expone públicamente a los programas del sábado y eso le permite establecer su buena condición de salud”, señaló a El Salvador Times.

El secretario añadió que el mandatario está en completa disposición y condición de ejercer su cargo. 

Para el secretario Técnico de la presidencia, Roberto Lorenzana,  no es ni siquiera necesario que el Sánchez Cerén se someta a una evaluación médica.

Sin embargo, las comparencias públicas del mandatario son muy pocas y no concede entrevistas a los medios de comunicación.