"La edad no es nada, sino un número", ese es el lema con el que Ernestine Shepherd, quien a sus 80 años ha sorprendido al mundo con su físico envidialbe y que además sirve de ejemplo de inspiración para muchos.

Nacida en 1936 en Maryland Shepherd ingresó al libro Récord Guinness en 2010 cuando a sus 74 años se convirtió en la fisicoculturista de mayor edad, récord que año con año sigue renovando ya que se mantiene activa en competencias.

Actualmente trabaja como entrenadora personal en un gimnasio y durante unos años fue modelo profesional. Aunque no toda su vida estuvo en los gimnasios, hasta los 56 años trabajaba como secretaria en una escuela y llevaba una vida sedentaria, siendo reacia a realizar ejercicios físicos.

Junto a su hermana Mildred Blackwell, Ernestine comenzó a realizar rutinas y poco a poco acondicionó su figura bajo el régimen de un entrenador personal y se asesoró con una nutricionista para modificar la alimentación. La base de su éxito radica en la "paciencia y la constancia".

Sin embargo, un tiempo después Mildred falleció y Ernestine quedó devastada, entrando en una etapa de depresión que la alejó de toda actividad. Luego de unos meses de luto, instada por sus amigas, siguió con el sueño que concibió junto a su hermana y retomó los entrenamientos.

En 2007 participó en su primer competición oficial y se quedó con el primer puesto. En 2010 ganó el título mundial de fisicoculturismo femenino para mayores de 60. Finalmente dos años después dejó de competir a nivel profesional, pero su pasión por la actividad física no cesó.

La rutina que tiene inicia a las 4 de la mañana desayuna un revuelto con claras de huevo -que según dice come unas 10 veces al día- da lugar a la lectura de libros. sale a trotar más de 10 kilómetros y asiste cinco días por semana al gimnasio; lo más tarde que se duerme es a las diez de la noche.

Colin, su esposo, es quien se encarga de preparar la comida. arroz, pechuga de pollo, avena y huevos, siempre acompañado de una gran cantidad de agua. son parte de la dieta de la "abuela fit" quien dice no tomar medicamentos y cuenta que no padece dolores o molestias musculares, además de no haberse lesionado nunca.