La fiscalía sostiene que la sospechosa contrató a unos pandilleros para que acabaran con la vida de su marido y que pretendía cobrar un seguro millonario pero tal póliza nunca existió.
La acusación señala que tanto hombre como mujer se irritaban constantemente por que la menor lloraba mucho.
La policía había ofrecido 50,000 reales (unos 15,200 dólares) de recompensa a quienes dieran pistas sobre su paradero.
El sujeto fue condenado a ocho años de prisión por haber intentado acabar con la vida del que había identificado como el asesino de su hermano.
El hecho fue propinado con arma de fuego y se presume que la motivación del homicida fue por un arranque de celos.
Según la acusación fiscal, los sujetos -quienes eran conocidos de las víctimas- privaron de libertad a la familia y degollaron al hombre y las mujeres para no dejar testigos del robo de $20,000.
El manco podría además quedar cojo, ya que recibió un disparo en el glúteo, cuya herida se ha infectado por la insalubridad que hay en la prisión donde está recluido.
Las aurtoridades hondureñas han anunciado una investigación por un plan de miembros del narco que quieren asesinar al presidente de Honduras y al embajador estadounidense en ese país.
A los sujetos se les atribuye el homicidio del músico Juan Carlos Quintanilla ocurrido el pasado 17 de julio.
Un joven que pasaba por la zona alertó a la Policía tras escuchar el llanto de la bebé, que había sido abandonada y cubierta con hojas y tierra.
