En el lugar se capturó a cinco personas que participaban en la elaboración de metanfetaminas, según la Policía.
Todos los servicios religiosos se cancelaron, el templo y la oficina parroquial están cerradas.
Dos de los cuerpos quedaron boca abajo y tenían tatuajes de la pandilla en la espalda.
La declaración de la víctima durante el juicio así como la prueba documental y pericial presentada por la Fiscalía fue contundente para que el juez lo condenara a 12 años y seis meses de prisión.
Varios incendios fueron registrados por las autoridades en las cercanías de la residencia presidencial, e incluso, como algo histórico, las luces de la Casa Blanca fueron apagadas por seguridad.
