Fue interceptado por las autoridades por exponer la vida de los pasajeros y el resto de conductores, las pruebas reflejaron que conducía con 173 grados de alcohol.
Luego del hecho, la empresa propietaria de la ruta 90F colocó unos rótulos con una advertencia para sus conductores para evitar que se repita otro caso.
Fue llevado hacia las bartolinas de la sección de Tránsito de la PNC de Cuscatlán, en donde será acusado de conducción peligrosa de vehículo automotor.
Una de las capturas ocurrió en la zona de La Libertad, tras conducir con 700 grados de alcohol en su sangre. Otros dos manejaban con 626 grados y tres más con 500 grados en los departamentos de Usulután y San Salvador, respectivamente.
