El magistrado no brindó declaraciones ante los medios tras finalizar la audiencia.
De los tres imputados solo el empleado del restaurante dijo ser inocente y optó por declarar en el juicio mientras que los otros dos guardaron silencio.
Cumplió la pena en el Centro Penitenciario de Metapán, donde tomó clases de inglés, desarrollo de valores, fútbol, levantamiento de pesas, prevención de violencia intrafamiliar, talleres de pensamiento creativo y resolución de problemas.
La FGR acusa al hombre del delito de agresión sexual agravada en menor y señaló ante el Juzgado que el sistema de videovigilancia tecleño posibilitó la captura en flagrancia del imputado. Pese a ello, la institución indicó que no se pudo acreditar los indicios de prueba.
En la audiencia preliminar sus abogados señalaron que todo se trababa de una “denuncia de carácter calumniosa” con el ánimo de tomar venganza contra uno de sus clientes que años antes había sido su compañera sentimental.
El joven monje siempre fue un problema para sus mentores por lo que fue expulsado de ese templo en septiembre por "problemas de conducta y de disciplina religiosa".
Los magistrados consideraron que ni la querella y ni la FGR acreditaron la forma en que el procesado pudiera obstaculizar o entorpecer las investigaciones o las pruebas del caso.
Entre las medidas impuestas están el no salir del país, ni cambiar de domicilio sin el permiso del Juzgado, presentarse tres veces a la semana a firmar y cancelar una fianza de $1,000.
El juez del Tribunal 2° de Sentencia no encontró pruebas que incriminaran al imputado, por lo que emitió un fallo absolutorio.
Fabbro defendió los colores de la selección de Paraguay. En Argentina jugó para Boca Juniors y River Plate, siempre como volante ofensivo.
