Una fuente policial explicó a este medio que el cabo tuvo problemas con la Covid-19 y por ello quedó muy afectado.
La pronta intervención de las autoridades y cuerpos de socorro impidió que el hombre cometiera el suicidio.
Un vigilante y agentes policiales la convencieron de que no se suicidara y después la rescataron.
A raíz del trauma depresivo, la víctima intentó cortarse las venas de las muñecas de sus manos.
"El sujeto llegó a la casa de su excompañera de vida, le dijo al hijo de ambos fuera a llamar a su mamá. Después llegó a la mujer y se originó una pelea en la que hubo gritos, insultos y reclamos", detalló una fuente policial.
La familia cayó a un acantilado de 30 metros de altura en la costa del Pacífico, según informó la prensa local.