El número de muertos ascendió a tres y se reportaron más de 15 lesionados, entre ellos un bebé de 6 meses y un niño de 5 años de edad.
El detenido fue identificado como Noe Molina, de 33 años.
En un abrir y cerrar de ojos recibió dos puños, una patada y terminó siendo ahorcado con una llave de estrangulamiento por su víctima.
Su hijo de 21 años había salido durante la noche, por lo que no le pareció extraño que el joven hubiese regresado con unas copas encima y se haya dormido junto al perro. “Luego me acerqué un poco más y me di cuenta de que no era él”, relató la mujer.
En la audiencia preliminar sus abogados señalaron que todo se trababa de una “denuncia de carácter calumniosa” con el ánimo de tomar venganza contra uno de sus clientes que años antes había sido su compañera sentimental.