• Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
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Internacionales - Miami, Estados Unidos

EEUU y México buscan impulsar la guerra contra las drogas en Centroamérica

La reunión con el llamado Triángulo Norte se realiza en momentos en que el gobierno de Donald Trump busca recortar los gastos en asistencia a sus vecinos.
 

oscar ortiz
FOTO: @presidencia_sv
EEUU y México buscan impulsar la guerra contra las drogas en Centroamérica

Líderes de Estados Unidos y México se reúnen desde este jueves en Miami para analizar los asuntos más problemáticos con mandatarios de Guatemala, Salvador y Honduras, tres países centroamericanos azotados por el narcotráfico, la violencia y la emigración.

La Conferencia para la Prosperidad y la Seguridad en América Central, que termina el viernes, reúne a presidentes, cancilleres y especialistas con la intención de discutir las opciones legales y económicas para combatir el narcotráfico y el crimen organizado.

El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, intentará convencer a los agobiados países centroamericanos de que Washington seguirá ofreciéndoles apoyo para garantizar la aplicación de la ley.

Pero la reunión con el llamado Triángulo Norte se realiza en momentos en que el gobierno de Donald Trump busca recortar los gastos en asistencia a sus vecinos.
A la conferencia, copatrocinada por Estados Unidos y México, también acuden delegados de Belice, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, la Unión Europea, Nicaragua, Panamá y España.

"Buscamos impulsar la seguridad nacional estadounidense, garantizar nuestras fronteras y avanzar en nuestro interés económico", dijo Tillerson al abrir la sesión.
"Promover la prosperidad en Centroamérica es un componente central en este esfuerzo", añadió Tillerson. "Lo que sucede en los países del Triángulo Norte afecta directamente la seguridad y el interés ecónomico de Estados Unidos y otros países de la región".

Los países del Triángulo Norte se tornaron foco de las atenciones de Estados Unidos después de una oleada migratoria en 2014.
Cerca de 100.000 menores sin acompañantes adultos llegaron a Estados Unidos desde El Salvador, Guatemala y Honduras entre octubre de 2013 y julio de 2015, huyendo de la violencia, el reclutamiento de las pandillas, la extorsión, la pobreza y la falta de oportunidades.

Según datos de las respectivas policías, los tres paísses registraron 15.809 muertes violentas en en 2016, o 50,6 por cada 100.000 habitantes.
Esta violencia es adjudicada en gran parte a la proliferación de las pandillas, además del papel de la región como un lugar de paso en el tránsito de las drogas desde Colombia hasta Estados Unidos, y la impunidad.

"Una Centroamérica convulsa, con falta de oportunidades, con violencia, es un enorme riesgo tremendo para Estados Unidos, para México y para la región", dijo el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández.

"Por el contrario, una centroamérica próspera y en paz, es la mejor inversión de Estados Unidos en favor de su pueblo y, desde luego, una gran inversión para nosotros".
Los presidentes Salvador Sánchez Cerén (El Salvador) y Jimmy Morales (Guatemala) también acuden a la cita.

Durante la reciente crisis migratoria, el gobierno del presidente Barack Obama había diseñado un plan bautizado "Alianza para la Prosperidad", que contemplaba enormes recursos en ayuda económica, así como medidas para combatir la inseguridad urbana.

El plan, con algunas modificaciones, fue aprobado por el Congreso estadounidense, pero la llegada de Trump a la Casa Blanca vino acompañada de un anuncio de importantes recortes al presupuesto para esa región.
 

Cambio de política 
En la opinión de Adriana Beltrán, experta del grupo de análisis WOLA, la nueva política de la Casa Blanca puede representar un giro hacia un abordaje más centrado de cuestiones militares y de seguridad.

La estrategia definida por el gobierno de Obama de "actuar sobre las causas de migración irregular reconoce en principio la necesidad de reducir la violencia, fortalecer instituciones, combatir la corrupción y expandir las oportunidades económicas", dijo.

Con Trump, en cambio, "existe el riesgo de un abordaje más tradicional" de concentrarse en aspectos de seguridad.

La dura retórica del gobierno de Trump contra los inmigrantes en situación irregular también constituye un elemento de inseguridad.

Para los tres países centroamericanos es fundamental garantizar que la Casa Blanca mantenga el Estatus de Protección Temporaria (TPS, en inglés) a los ciudadanos de esos países en Estados Unidos.

Mediante las remesas de dinero a sus familias, esas comunidades tienen un papel central en las economías de los tres países centroamericanos: se estima que en El Salvador y Honduras esas remesas representen más del 15% del PIB.

Aunque el presidente Trump estará en Miami el viernes, la Casa Blanca no ha informado si tiene en agenda un encuentro con sus homólogos centroamericanos.
El Departamento de Estado, en cambio, informó que Pence mantendrá encuentros bilaterales con los tres presidentes.

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