Salvador Sánchez Cerén no está loco ni tiene deficiencias mentales, aunque sí carece de elocuencia y tiene un equipo de asesores de imagen que ya debió haber despedido, es la conclusión de religiosos de diversas iglesias sobre la salud mental del presidente -que ARENA quiere que llegue hasta la Asamblea Legislativa-, aunque un teólogo y académico recordó que el partido de derecha sostuvo en los 80 que monseñor Romero era un perturbado mental y por ello pedían al Vaticano su destitución.

La salud física y mental del presidente de la República es de interés nacional, pero la propuesta del diputado René Portillo Cuadra, de que esta sea tratada por una comisión de médicos designada por la Asamblea Legislativa, carece de sentido y tiene por finalidad debilitar al gobierno y humillar al presidente, es la opinión de líderes religiosos.

El padre Juan Chopin es un académico muy exigente, con un doctorado en teología en la Universidad Pontificia Urbaniana de Roma, y él mantiene que no hay motivos para sospechar de una mala salud mental del mandatario.

Chopin, quien también es filósofo, recordó además, que la extrema derecha en los 80 igual manejaba la tesis que monseñor Óscar Arnulfo Romero “era un perturbado”, “un endemoniado”, y por ello pedían al Vaticano la destitución del arzobispo de San Salvador “al que terminaron matando por que no podían quitar”.

Efectivamente, monseñor Fredy Delgado, para muchos un extremista de derecha, publicó un libro en aquélla época en el que abordó la salud mental de Romero y concluyó en que el obispo había sido víctima de un lavado de cerebro por religiosos de la UCA (entre ellos Ignacio Ellacuría) y que por lo tanto no estaba apto para dirigir el clero. Este estudio fue a parar hasta el Vaticano con firmas de empresarios salvadoreños pidiendo la cabeza del arzobispo.

Al igual que en este caso, ARENA ahora pide se analice la salud mental del presidente, consideró el académico de la Universidad Don Bosco, pero vaticinó que la propuesta no prosperará.

Chopin está seguro que la fracción arenera no podrá sustentar sus argumentos en la Asamblea Legislativa y que las equivocaciones en público del presidente no son suficientes como para considerar que tenga deficiencias mentales.

“Para hacer un examen de ese tipo no es suficiente con que el presidente se equivoque al hablar”, opinó el presbítero.

Por su parte, Monseñor Rafael Urrutia, quien lleva la causa de beatificación de monseñor Romero, restó importancia a la intención de Portillo Cuadra la cual “es improcedente”, dijo.

“Tenemos que aprender a respetarnos y respetar lo que democráticamente eligieron unos”, añadió el religioso, y agregó que el presidente Sánchez Cerén es un hombre que merece todo el respeto, como el resto de ciudadanos, y que “los partidos políticos deberían entender esto”, manifestó.

Otro sacerdote católico, el padre Mauricio Merino, quien posee un doctorado y ha manejado programas radiales de opinión pública, hizo un llamado al gobierno a no caer en las trampas de la derecha que con la solicitud de Portillo Cuadra, “busca humillar al mandatario y desgastar su imagen”.

Merino, sin embargo, hizo ver que Sánchez Cerén carece de elocuencia para dirigirse en público, que no es un gran orador, pero que “no se puede, a partir de ahí, señalarlo de loco o de que posea deficiencias mentales”, añadió.

“El presidente ha cometido varios errores en público, ha dicho frases que dejan mucho que desear de un presidente, pero no habría que cuestionarle la capacidad para hablar, sino más bien, su capacidad para administrar el país. Eso es otra cosa”, agregó.

El sacerdote consideró que el mandatario debería cambiar a su asesor de imagen, si es que lo tiene, “puesto que no le ayuda en el manejo del discurso” y también mostró su desacuerdo con la iniciativa de ARENA, que “busca golpear la imagen de Sánchez Cerén y del gobierno”.

La salud de los presidentes es un asunto serio

Por su parte, el reverendo Martin Díaz, de la Iglesia Evangélica Protestante de El Salvador, dijo que no veía grave que se hiciera una solicitud de este tipo en la Asamblea Legislativa, aunque dudó de unas sanas intenciones de la derecha ante tal petición.

“Es importante que un presidente se haga análisis médicos de todo tipo pero tampoco se puede caer en un circo político mediático”, manifestó Díaz, quien ha ganado notoriedad por velar por los derechos humanos de las minorías en El Salvador.

El protestante dejó entrever que ARENA ha intentado protagonismos en diversos momentos y que ahora aprovechan los yerros públicos del presidente para sacar ventaja. “El presidente no habla como un jefe de Estado pero tampoco se puede determinar de ahí que tenga deficiencias mentales”, señaló, a la vez que denunció que ARENA hace una oposición de confrontación que no es bueno para el país.

En tanto, el obispo de la iglesia luterana, Medardo Gómez, concluyó en que ARENA y sectores de derecha planean desde hace tiempos destituir al presidente de la República y que no encuentran manera, por lo que esta vez lo hace a través de la propuesta del diputado Portillo Cuadra, dijo.

“Puedo notar que ARENA está tratando de consumar un plan de desestabilización al gobierno y pretende, como en otros lados, dar un golpe de estado técnico, vía parlamento”, opinó el religioso que participa en los planes de seguridad del gobierno.

“El señor presidente no está loco ni es incapaz”, consideró el religioso, quien envió un mensaje directo a Sánchez Cerén: “hago el llamado por este medio al presidente para que no se vaya a entristecer por esta situación, quiero decirle que siga adelante, que no tome en cuenta las intenciones que tienen algunos de causarle daño”, expresó.

Gómez además hizo ver que Sánchez Cerén “ya no es un hombre joven pero tampoco está muriendo. Como iglesia pedimos oraciones por todas las autoridades para que gobiernen de la mejor manera al país”, señaló el religioso.