Durante el crimen, el hombre además asesinó a un testigo que vio cuando privaron de libertad al empleado de la casa comercial.
La mujer estuvo detenida en el puesto policial de San Rafael Obrajuelo, hasta que la supuesta víctima retiró los cargos.
La víctima indicó que por el tiempo de sanación de sus heridas fue despedido de su empleo.
El caso lo está procesando el Juzgado de Paz de Jicalapa.
La mujer alertó que en el portón 3 del mercado se encontraba una vendedora de panes y la acusaba de ser vocera de pandilleros, quienes supuestamente habrían cometido el hecho. Es procesada por la falsa alerta.
En el lugar las autoridades han localizado reces destazadas las cuales fueron procesadas en condiciones insalubres.
La mujer utilizó una hoja firmada por su jefe para pedir autorización al banco y movilizar el dinero de la empresa a cuentas de su madre, a quien le depositó más de $23,000.
El anciano repartía volantes cristianos y en un aparente acto de intolerancia, al llegar a una casa un miembro de una familia lo atacó con una varilla de hierro y le provocó la muerte.
La doctora que la atendió le confirmó a la madre que la menor había sido agredida sexualmente y cuando su madre le preguntó sobre quién le había hecho esas agresiones, ella le confirmó que su padrastro y abuelo de crianza.
El asaltante le quitó un celular, un par de zapatos y $20 a su familiar, a quien además lo amenazó de muerte para que no lo acusara.
