La madre de la niña, según el relato establecido en el proceso judicial, trabajaba una semana por las noches y otra semana por el día. Cuando ella trabajaba de noche, el padre dormía con su hija.
Según la Fiscalía, el condenado sorprendió a la víctima frente al centro comercial, la despojó de sus prendas de valor y después huyó.
Las investigaciones fiscales establecieron que el delito lo cometió el 2017 cuando la condenada le exigía el dinero a la víctima de manera mensual a cambio de no atentar contra su integridad física.
La niña le contó a su mamá sobre las agresiones a la que era sometida, pero esta no le creía y aducía que su compañero de vida era un pastor y no era posible que él le hiciera eso.
Según la Fiscalía, el sujeto golpeó en el rostro a la mujer y las agresiones se venían dando desde hace meses, por lo que la víctima llamó al Sistema de Emergencias del 911 de la PNC.