Sus compañeros se vistieron con su traje de socorrista para acompañarlo hasta donde sería sepultado.
La víctima es hijo de un elemento de la unidad Protección de Personas Importantes (PPI).
El socorrista dejó un hijo de ocho años en orfandad, quien fue procreado con su exesposa de quien se había separado y estaba en proceso de divorcio.
Después de salir del culto, el sargento junto a su familia y otros cristianos iban en el sector caminando, cuando sujetos armados les salieron al paso y se dirigieron a De La Cruz, a quien le realizaron múltiples disparos en varias partes del cuerpo.
El hombre, de aproximadamente 60 años, fue asesinado en el interior del cafetal en el que durante 40 años trabajó para llevar el sustento diario a su familia.
Las estadísticas de la PNC, detallan que en lo que va de este año han sido asesinados 15 policías, de esos, 12 estaban de licencia y tres estaban de servicio.
El primero de ellos se encontraba de licencia y se preparaba a jugar con un equipo cuando fue atacado por sujetos desconocidos y armados con machetes.
Se presume que en ambos asesinatos están vinculados miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13).
Contreras presentaba heridas de bala en el cuerpo, estaba atado de manos y boca abajo. Tenía puesto un short a cuadros y una camiseta tipo centro color negro.
El agente fue atacado por tres delincuentes cuando se dirigía a visitar a su pareja en las cercanías del cementerio de la localidad a la que llegó luego de la desaparición de su hijo en Sonsonate.
