El agente poseía varios pines metálicos de los cursos en los cuales había participado, uno de ellos le fue otorgado por su participación con los "Kaibiles", un equipo élite de Guatemala.
Los delincuentes dispararon al agente cuando vieron que se arrojó desde un bus de la ruta 168, el policía logró alejarse de los atacantes y resultar ileso.
"El sujeto se separó hace un tiempo de la tía (...) la matrataba y golpeaba en la casa donde vivían, por lo que el sobrino intervenía y la defendía del agresor", detalló una fuente policial.
El fallecido estaba amordazado y atado de las manos. Según la Policía, sus verdugos lo llevaron al lugar y allí lo asesinaron a balazos.
Fue en el cementerio de Santa Tecla el lugar escogido para sepultar los restos del Ortiz Renderos, al que su familia, entre lágrimas, dijo que van a extrañar.
Najarro trabajaba en la Alcaldía de San Salvador desde el 1 de junio del 2015. El cadáver quedó sobre la calle y andaba puesta una camisa blanca con el logo de la comuna.
La víctima estaba amarrada de pies y manos y fue encontrada en unos terrenos a la orilla de la carretera.