La mujer vestía un pantalón jeans celeste, zapatos tenis y una blusa que quedó manchada de sangre.
La ceremonia se llevó a cabo en la abadía de Westminster ante unos 100 líderes mundiales. El arzobispo de Canterbury, el líder de la iglesia Anglicana, colocó lentamente la corona de San Eduardo, de 360 años, en la cabeza de Carlos mientras se sentaba en el trono del siglo XIV. Su segunda esposa, Camila, también fue coronada reina.
La víctima sufrió lesiones en su rostro, manos y cuello, según las autoridades. El inquilino será acusado de homicidio agravado tentado.
De nacionalidad canadiense y también modelo, acapara los suspiros y miradas de todos sus seguidores en las redes sociales.
El exagente fingió realizar un allanamiento y aisló a las cuatro víctimas, a quienes asesinó con un arma blanca.
El deportista fue auxiliado por militares que lo trasladaron en un pick up a una unidad de salud para recibir atención médica.
