Esmeralda llegó a pensar que moriría debido a las fuertes fiebres, dolores de cabeza, cansancio y la tos sofocante.
La convivencia con su familia encerrados tres meses en la casa no fue fácil, ya que algunas veces hubo pleitos con su esposa debido a que no había comida y eso les preocupaba.
A su salida de la sede fiscal en la colonia Escalón, Norman Quijano insistió en que no tuvo nada que ver con los delincuentes para obtener favores electorales, rechazó todo tipo de señalamientos.
Este joven tiene un peculiar arte: hacer malabares con afilados machetes. Su escenario son las calles de San Salvador, su público los conductores y transeúntes.
Ella señala que la jueza no se concentró en las agresiones si no en discriminarla por su identidad de género. Al finalizar la audiencia inicial el imputado fue liberado por falta de pruebas.