El otro involucrado resultó herido y fue llevado a un hospital en donde se encuentra bajo custodia policial.
Un testigo en el juicio declaró que Luis Eduardo Mejía le comentó que estaba harto de "andar acabado" (estar sin dinero) y que solo existía una manera de arreglar eso y era asesinando a su familia paterna. Todo eso lo expresaba "de manera fría".
En el asesinato participó su hermana y el exesposo de ella, quienes conspiraron para cobrar un tercio de la herencia del canadiense.
Intentaron hacer que el crimen pareciera un suicidio tirándola de un puente, pero todo salió a la luz debido a una cámara escondida que había en el vehículo en el que se transportaba con su cómplice.
Los sujetos que atacaron al comerciante de La Tiendona dispararon al menos en 10 ocasiones, por lo que la víctima murió en el sitio en donde fue emboscado.
Los jueces establecieron que para responder al incidente planteado por la Fiscalía que piden que se espere a que la familia acepte herencia de Flores para proseguir con el caso.