Cuando los agentes llegaron, pudieron ver que la pequeña había sido atada de pies y manos y luego colgada por Rosales Martínez, como castigo, luego de que la madre salió de casa y haberse quedado a solas.
El crimen ocurrió en marzo del 2020, cuando el condenado aprovechó que la madre de la niña no se encontraba en la casa para abusar de ella.
Las amenazas ocurrieron en abril de 2022, en el pasaje Adoc, de Soyapango. Sin embargo, según la denuncia, los pleitos son cotidianos por la condición de vecindad.
En una declaración anticipada en la Cámara Gessel, la víctima detalló que había recibido el consejo por parte de la familia paterna de no denunciar las agresiones, para no perjudicar a su padre.
La madre de la víctima, al observar que el animal atacaba a su hija, intervino para que no le causara más daño.