Sucesos
¿Quién mató a Gilberto Soto? Cuarta entrega
La poderosa transnacional bajo sospecha
Un día antes del robo en sus oficinas, el CEAL recibió un correo electrónico anónimo de alguien que decía tener 10 años trabajando para Maersk en el Salvador. Ahí se afirmaba que a dos altos ejecutivos de la empresa, uno salvadoreño y otro estadounidense, no les convenía la presencia de Soto en el país, ya que sus investigaciones podrían dejar al descubierto algunas maniobras ilegales de lucro personal a costa de los trabajadores. El CEAL entrego copias de ese correo a la policía y a la embajada de Estados Unidos.