“Por misericordia de Dios estoy yo aquí... y a mi hijo no lo han encontrado”, expresó entre lágrimas.
Este joven tiene un peculiar arte: hacer malabares con afilados machetes. Su escenario son las calles de San Salvador, su público los conductores y transeúntes.
Fue hasta que llegaron a la capital que le practicaron una serie de exámenes que arrojaron el terrible diagnóstico: Carolina tenía cálculos en los riñones, una especie de piedras que podrían crecer y obstruir al riñón.
La mujer guardó silencio por más de una década, pero gracias a su hija logró escapar del infierno en el que vivía.
Uno de pequeños se dispuso a lanzar el balón, pateó y su disparo, a media altura y al centro, no le dio tiempo a Macri de reaccionar.
Desde 2009, el exmiembro de la pandilla 18 ha intentado escapar de su pasado oscuro, tiempo en el que ha sufrido tres intentos de homicidio y ha sido señalado con pruebas creadas por sus excompinches de haber asesinado a un policía.
Los tres hombres eran mecánicos de profesión y se sospecha que los cuerpos encontrados en son de ellos.
La mujer que en un primer momento dijo que no quería saber más nada de sus hijas ahora no para de llamarlas.
Dos sujetos se aprovecharon de la buena fe de un hombre de 75 años quien decidió adquirir un taxi para que alguien más lo trabajara y le pagara por el alquiler del automotor.
