La sociedad falseó, mejorándolos, los datos y las propiedades técnicas de los productos que vende a centenares de compañías.
El sujeto -procesado por estafa- vendió el vehículo en $3,800, pero cuando la víctima quiso inscribirlo a su nombre se dio cuenta que la tarjeta de circulación era falsa.
Eugenio Chicas explicó que luego de un accidente de tránsito en 2016 el carro se vendió.
El fiscal general, Douglas Meléndez, criticó una vez más el trabajo que realizó su antecesor quien considera puso a disposición de intereses particulares a la institución que presidió durante tres años.
La mujer vendió la empresa a su esposo y está siendo demandada por la compañía de seguros que llegó a embargarla.
Según el abogado del empresario el dinero obtenido por la sociedad Sánchez Velásquez fue utilizado como capital de trabajo y para comprar terrenos para lotificaciones en diversas zonas del país; dichos terrenos ahora son negociados con los bancos y financieras como pago de la deuda.
La víctima fue notificada que el vehículo tenía reporte activo de robo cuando intentó realizar el traspaso en Sertracen.
