En un hecho inédito en la historia reciente del país, la Asamblea Legislativa suspendió sus actividades debido al fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que inhabilitó a los 84 diputados suplentes.

La decisión fue tomada por la presidente de la Asamblea, Lorena Peña. “Estamos presentado un recurso de reconsideración y podría ser que si la convocara (la plenaria) se podría dar el caso que ARENA tuviera menos diputados que GANA o que el Frente y eso viola la composición que nos dieron las elecciones”, dijo, a la vez que agregó que “lo más grave es que viola el método de elecciones, que es el que sustituyó a la guerra, y eso no lo debemos tolerar”, argumentó la legisladora.

Al finalizar la sesión solemne en el municipio de La Laguna, Chalatenango, Peña anunció las convocatorias para esta semana: miércoles 21 de julio a las 11 de la mañana reunión de todos los jefes de fracción y viernes 22 de julio a las 11 de la mañana junta directiva. “Queda pendiente todos los diputados para la convocatoria a sesión plenaria”, cerró la legisladora.

Peña también explicó que esta sentencia prácticamente está destituyendo a 84 funcionarios que fueron electos popularmente de acuerdo a las leyes vigentes y las mismas sentencias que la Sala emitió de orden electoral para los comicios de marzo de 2015.

Por su parte, la jefa de la fracción del FMLN, Norma Guevara, explicó: “No hay sesión plenaria porque las normas están vulneradas y necesitamos esclarecer y reparar semejante daño”, denunció.

Para Guevara, la Sala ha cometido una falla grave en contra del electorado pasivo y activo que eligió a los 84 diputados propietarios con sus suplentes.

En tanto, el directivo efemelenista, Santiago Flores, aseguró que con esta decisión de la Sala se ha roto la institucionalidad democrática del país, pues argumenta las elecciones se han realizado tal y como lo estipula la legislación salvadoreña.

En este sentido dijo la Asamblea es autónoma para tomar la decisión de no establecer las comisiones de trabajo o las sesiones plenarias. Asimismo, dejó entrever que este periodo de paralización en el órgano legislativo podría extenderse hasta que la Sala resuelva si puede reconsiderar el fallo.

ARENA no está de acuerdo con la suspensión de plenaria

Por otro lado, el diputado de ARENA, René Portillo Cuadra, se mostró en desacuerdo con la decisión de mantener el trabajo legislativo suspendido. “Respetamos la decisión de la presidenta porque es facultad de ella, pero lamentamos que no haya trabajo legislativo y desconocemos las razones. Lo que sí es cierto es que habemos 84 diputados propietarios y el suficiente quórum para poder deliberar y tomar decisiones”, señaló.

Explicó además que en ningún momento la Asamblea está cometiendo alguna ilegalidad con paralizar su funcionamiento, pero la opinión pública sí puede ser dura con los legisladores.

“El pueblo salvadoreño espera de nosotros eficacia, espera trabajo y eso nosotros lo hacemos a través de las comisiones de trabajo y del pleno. Entonces hay un compromiso moral, ético y legal que nosotros debemos de trabajar. Y no es suspendiendo las plenarias o suspendiendo las comisiones de trabajo que nosotros vamos a salir adelante”, valoró el abogado de profesión.

Insisten en pedir reconsideración a la Sala

Los grupos parlamentarios se han empeñado en pedir una reconsideración a la Sala, de la sentencia que inhabilita a los suplentes. La idea es argumentarles a los magistrados la razón por lo que los actuales suplentes son válidos, ya que el electorado al votar por los propietarios también vota por éstos y, finalmente, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), al dar las credenciales los elige a ambos.

En este sentido, pedirán a la Sala que prorrogue el funcionamiento de los actuales suplentes y que sea hasta 2018 que se puedan elegir directamente en la papeleta.

“Los jefes de los grupos parlamentarios hemos decidido interponer un recurso de reconsideración porque nos parece que no podemos sencillamente aceptar que el método básico de la democracia, el que ha garantizado desde los Acuerdos de Paz el funcionamiento de la sociedad con opciones pacificas para mostrar su punto de vista a través del voto, sea vulnerado como ha sido vulnerado al desconocer a la mitad de los funcionarios electos en el 2015 para la Asamblea Legislativa”, expuso Peña.

Guevara, por su parte, dijo que espera que una vez entregado este documento pueda ser resuelto a la brevedad posible. Esto concuerda con lo que dejó entrever Flores y otros legisladores que incluso la suspensión de las actividades en el primer órgano de Estado podría prolongarse hasta que la resuelva esta petición.

Por su parte, Portillo Cuadra se desmarcó de esta decisión y aseguró que “hay un grupo parlamentario que se ha empeñado en elaborar la carta de reconsideración”. Sin embargo, la subjefa de la fracción de ARENA, Milena Calderón, sostuvo que estaban de acuerdo en la redacción y que serán los jefes de los grupos parlamentarios los que la aprueben.

Hasta este momento la Sala no se ha retractado de ninguna resolución. Es difícil que sea esta la excepción.

Este miércoles por la mañana, los jefes de todas las fracciones se reunirán. Fuentes legislativas explicaron que muy probablemente en esta encerrona revisen el escrito y lo aprueben para enviarlo a la Sala, en espera de una pronta respuesta.

Mientras tanto, toda la actividad continúa detenida. Esta sería la segunda semana sin que se realice una plenaria legislativa, ya que el jueves pasado se hizo una plenaria corta, más que todo protocolaria, donde solo hubo minutos de silencio y convocatorias.

Los dictámenes que estaban programados para ser vistos el jueves pasado continúan pendientes, ya que esta semana tampoco serán llevados a pleno. Todo esto genera un atraso en el trabajo legislativo.

Dentro de 9 días, por ejemplo, se vencerá el plazo para elegir a los magistrados de la Corte de Cuentas de la República (CCR), ya que también la Sala declaró inconstitucionales a los actuales y dio como plazo hasta el 29 de julio para elegir a los nuevos.

Así, una serie de obligaciones comenzarán a acumularse en los pendientes legislativos mientras la Sala resuelve dejar en firme su decisión o dar prórroga a los suplentes actuales.