Luego de que el médico muriera de un paro cardíaco el pasado mes de abril, su hijo declaró que la pareja sentimental de su madre no había cometido ningún delito en contra de él.
Todo comenzó con una buena relación de amistad, pero con el paso de los años y las promesas de una empresa fructífera nunca se concretaron lo que produjo la molestia y una demando en contra de doctor que una vez lo llamo "hermano".
Los hombres se dedicaban a pedir limosna en el mercado de San Martín mientras siete pandilleros los amenazaron de muerte. Todo terminó en una persecución que logró salvarles la vida.
Los dos sujetos también lesionaron a un hombre que se encontraba consumiendo alimentos en el comedor, luego de expresar su molestia porque en dicho establecimiento llegaban a comer agentes policiales.
Los imputados narraron que ellos se encargaban de avisarles a los pandilleros sobre la presencia policial. Además, les ayudaban a hospedarse y a guardarles las armas de fuego.
El caso fue ventilado por primera vez el Tribunal 1° de Sentencia el 20 de octubre de 2017, en donde se conoció que trató de “pasmada” y “dunda” a una agente. La segunda vez fue procesado por el Tribunal 3° de Sentencia.
La joven asistió al encuentro deportivo y cuando salió de este ya no encontró su vehículo, por lo que hizo la denuncia respectiva.
El juez encontró culpables a los dos médicos, quienes fueron acusados de lesiones culposas y fueron condenados a un año y seis mes de prisión, que fue reemplazado por trabajos de utilidad pública y quedan inhabilitados para ejercer su profesión por el tiempo que dure la condena.
El sujeto es acusado de homicidio agravado por el asesinato de las dos víctimas.
El niño dijo que el hombre le había ofrecido dinero y lo agredió sexualmente, bajo amenazas, en su vivienda situada en Metapán.
