Según la acusación fiscal, la joven le exigió $25 en concepto de extorsión a una persona en el parque Morán, del municipio de Quezaltepeque, en La Libertad. La víctima interpuso la denuncia y reconoció a la sospechosa. Se abrió un proceso penal en su contra y un juzgado ordenó su captura.

La Fiscalía demostró que en el año 2021 "los pandilleros llegaron a las casas de varias víctimas para exigirles $5,000 y las amenazaron con que de no entregar el dinero, debían irse de sus residencias o les causarían daños y las matarían".

Uno de los detenidos, dice la Policía, intentaba imponer de nuevo el pago de la extorsión a vendedores de San Martín. Como era padre y hermano de pandilleros, decía que él tenía "derecho a vivir de la renta", según las autoridades.

Un agente encubierto de la Policía se hizo pasar como víctima de extorsión. Fue amenazado con que si no daba $400 iban a asesinar a su familia. El policía entregó recortes de papel en lugar de billetes y al consumarse la extorsión capturaron a los sospechosos.

Amenazaron a una familia para que se fueran de su casa. Luego les dijeron que les darían permiso de residir en el lugar si les pagaban extorsión. Para intimidarlos, mataron a uno de los familiares.

El criminal es un cabecilla del Barrio 18 que operaba en Apopa. Está acusado de varios casos de homicidio agravado, extorsión agravada y planificación de homicidios.

Ambos capturados son perfilados por las autoridades como sujetos muy peligrosos debido a su historial delictivo.

Las investigaciones apuntan a que habrían estado lavando dinero mediante la compra de vehículos dedicados a ser taxis piratas en Quezaltepeque, en donde habrían extorsionado a otros taxistas.  

Rosales Portillo confesó durante la audiencia que sí estaba enterado de que el dinero era producto de un ilícito. No obstante, accedió recogerlo cerca de una terminal de buses en el municipio de San Juan Opico.

La captura se hizo después de que el detenido fue denunciado en redes sociales. El hecho ocurrió en la colonia Montreal, de Mejicanos.