La joven en estado de ebriedad señaló que su cabeza podría caber en el escape de un vehículo, lo hace y queda atorada.
El 27 de julio 2017 la golpeó por última vez. Ella lo denunció luego de que fuera rescatada por sus padres cuando el hombre intentaba asesinarla al colocarle sus manos sobre el cuello con el fin de ahorcarla.
Los asesinatos de ambas víctimas, quienes eran socias empresariales, fueron cometidos por Roberto Antonio Hernández Rosales en 1995. El sujeto intentó fugarse en dos ocasiones.
Pese a que el hombre tiene antecedentes penales por el delito de amenazas, recibió el perdón judicial luego que el juez modificara el delito de acoso sexual por uno menor.
Alves sufrió una lesión de ligamento cruzado anterior que necesitaba tratamiento quirúrgico.
El imputado, quien labora como fotógrafo, le habría tomado fotos y videos a la víctima, a quien amenazó con darle ese material a los pandilleros para darle una "asustadita".
El juez determinó que la Fiscalía General de la República no pudo destruir la presunción de inocencia del imputado acusado de simulación del delito, debido a que la culpabilidad no fue establecida con certeza.
El muchacho, que está en buen estado de salud, relató que quedó a oscuras cuando perdió su celular.
El sujeto, quien es un motorista de camiones de carga pesada, habría sostenido relaciones sexuales en varias ocasiones con la víctima -una joven de 14 años de edad cuando ocurrieron los hechos- pero asegura que fue bajo el consentimiento de ella.
Varios vehículos chocaron en el kilómetro 18 de la ruta Interamericana en San Cristóbal, zona 8 de Mixco, donde al menos seis personas murieron y varias resultaron heridas
