El efectivo militar llamó al 911 para pedir ayuda, dejó el teléfono en línea y agentes de la PNC escucharon cuando acabaron con su vida.
La última comunicación que el joven tuvo con su pareja fue desde las cercanías del Mercado Dueñas, el celular del desaparecido llama pero nadie contesta.
La víctima fue ejecutada por cinco delincuentes que lo interceptaron cuando regresaba de la casa de su madre en la urbanización Alta Vista.
La adolescente estaba por empezar a estudiar el quinto y sexto grado en el proyecto de "Educación Acelerada" en la escuela República de Francia y trabajaba en una tortillería propiedad de la mujer a la que iba a visitar.
El cierre sin aviso puso alerta a los clientes más frecuentes del lugar.
"Me ha afectado mucho su desaparición, es una pesadilla la que estoy viviendo en éstos momentos. Él es educado, cariñoso, buena gente, de buenos sentimientos y muy activo en las cosas positivas", expresó el familiar de Barraza.
Una de las acciones que tomaron, posterior a la denuncia, es que se organizaron en grupos conformados por familiares y policías para dar con el paradero del joven, pero hasta el momento no han rendido frutos.