Autoridades han confirmado "reubicaciones" de personal, pero personal policial denuncia que la intención es la disolución de la unidad élite.
En el caso del agente a quien se le responsabiliza la desaparición de la agente es el mismo ya que sigue prófugo de la justicia pese a estar entre los más buscados del país.
Pablo Antonio Barahona sufrió golpes severos el 23 de diciembre cuando se conducía en su motocicleta por la carretera de Oro.
En la audiencia realizada en el juzgado de Paz de Mejicanos se determinó que el caso pasa a Instrucción.
La acusación se presentará ante el tribunal de Mejicanos, municipio donde sucedieron los hechos.
El cuerpo de la agente fue sepultado en el cementerio del municipio de Izalco, al cual no llegaron las principales autoridades policiales del país.
El agente murió cerca de la media noche.
Son cuatro miembros de la Corporación y dos familiares del agente los señalados por los hechos ocurridos el pasado viernes en horas de la madrugada.
El agente regresaba de dejar a su madre en Santa Ana luego de haber viajado desde San Miguel.
Durante el operativo fueron capturados dos personas, entre ellos el suegro del agente por el delito de tenencia, portación o conducción ilegal de arma de fuego, tras decomisarle una pistola y un trabuco.
