Alexandra Hill, la nueva canciller, será la que estará al frente de la institución que se encarga de las relaciones internacionales con funcionarios de otras naciones, entre otras acciones.
Según la ministra, las propuestas que han recibido hasta el momento van desde los $350 dólares hasta de $500 dólares, una decisión que deberá tomada por el nuevo Gobierno que llega al poder desde el 1 de junio.
Nayib Bukele había pedido que el monto no sobrepasara lo que costó el acto del presidente Salvador Sánchez Cerén, que según el secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Roberto Lorenzana, fue de $900,000.
En la plenaria, los diputados aprobarán la modificación a la Ley de Presupuesto para que se traslade del fondo de la nación un millón de dólares hacia el ministerio de Relaciones Exteriores para que se cuente con los fondos para la logística y realización de la ceremonia.
El presidente electo también reprochó a los partidos que serán su oposición a partir del 1 de junio por lo que considera ataques para debilitar al Estado previo a su toma de posesión.
Ante el nombramiento, el presidente electo, el alcalde de San Salvador, seguidores y otras personas lo felicitaron.
Luego de varias semanas en las que los equipos no trabajaron y una polémica de por medio, los representantes del mandatario saliente y el entrante han empezado a discutir los pormenores de la ceremonia y han dicho que se van a girar 139 invitaciones para los países con los que hay relaciones diplomáticas.
En un comunicado de prensa, se señaló que Bukele está interesado en conocer el plan que llevó a cabo República Dominicana, el cual les permitió aumentar la llegada de turistas a ese país de los dos a los ocho millones de visitantes durante las fechas de vacaciones.
"Nosotros no hemos recibido ninguna invitación, estamos esperando a que nos inviten", expresó Escobar Alas.
Los parlamentarios que serán oposición a partir del 1 de junio recordaron que en el caso de Honduras y Nicaragua se comparte mucha agenda y que las diferencias de opinión de los gobernantes no deben influir en la relación histórica de las naciones.
