El Tribunal de Ética Gubernamental determinó que la conducta de los funcionarios no fue la correcta al momento de organizar una fiesta en la institución.
De Cepa, se reorientarían $15.5 millones, mientras que de la Siget $17.5 millones.
Ambos funcionarios habían sido sentenciados a seis años de prisión, pero apelaron ante la Cámara de lo Penal que ordenó repetir el juicio. El tesorero de esa institución se mantiene prófugo de la justicia.
El gerente general de CEPA, Emérito Velásquez, reintegró esta tarde $5,235.96 que sus ejecutivos gastaron en licor. El caso ha generado indignación en la sociedad salvadoreña, sobre todo porque el gobierno predica austeridad en sus instituciones.
