La fiscal del caso detalló que la víctima empezó a ser agredida sexualmente en el 2013 cuando tenía 11 años de edad en la misma vivienda donde convivía con su madre y demás hermanos.
Cuando declaró mintió señalando que se había caído de la carriola
De las pocas pistas que la familia tiene es que al hombre lo vieron en estado de ebriedad junto con la menor que anteriormente padeció de una enfermedad crónica.
La infante, que en agosto cumple tres años, está bajo la protección de su madre, pero siempre está preguntando por su padre.
Según lo señalado por investigadores, la principal tarea que tienen es de encontrar el lugar en donde la joven estudiante fue enterrada tras haber sido asesinada.
La pena que debe pagar cada uno de los culpables es de 30 años por cada una de las muertes de la esposa, hija y sobrino, ascendiendo a los 90 años para cada uno de los imputados más 50 años por el crimen del agente policial, sumando un total de 140 años de prisión en su totalidad.
Vásquez, enardecido por la queja de su cuñada y porque no era la primera vez que su hija hacía esa acción, optó por agarrar un tizón de una cocina de leña que tienen en la casa y se lo colocó en las manos.
El hombre había dejado a un lado las bebidas alcohólicas, pero su familia nunca pensó que la necesidad de consumirlas le provocaría daños en su salud mental y que eso afectaría a la menor de sus hijas.
Según el padre, la menor siempre ha luchado contra la distracción pero desde que el canino llegó a su hogar en 2016.
Las autoridades de la PNC aseguraron que en el ataque la hija del fallecido resultó lesionada.
