La condena más fuerte recayó sobre Erick Geovanny Martínez Herrera, alias "Piojo", quien recibió 220 años de cárcel por siete casos de homicidio agravado, un caso de privación de libertad y agrupaciones ilícitas.
Según la acusación, las agresiones fueron cometidas entre febrero del 2018 y marzo del 2020 en Alajuela. Después, el imputado huyó a El Salvador, pero fue detenido en el 2021 en la frontera Las Chinamas, en Ahuachapán.
Los cuatro delitos de los que acusan al salvadoreño son homicidio en primer grado, tentativa de homicidio en primer grado, tentativa de homicidio en segundo grado y uso de arma de fuego en la comisión de un delito grave violento.
Las investigaciones determinaron que los condenados cometieron los crímenes en los departamentos de Usulután y San Miguel entre los años 2002 y 2009.