La víctima fue asesinada a balazos cuando se dirigía a su trabajo, en su vehículo, en la calle El Arenal, cerca de la Villa Kiwani y la colonia Guayacán.
El pandillero de la 18 no quiso continuar con sus estudios en Administración de Empresas, luego de que fuera presionado por su padre. El sujeto incluso pensó en algún momento asesinarlo y robarle dinero.
Este sábado se cumple un año del asesinato de la agente policial Carla Ayala, quien murió a manos de un exlemento del extinto Grupo de Reacción Policial, Juan Josué Castillo, un agente que hasta el día de hoy se encuentra huyendo de la justicia salvadoreña.
El hombre atacó a la enfermera por que se negó a tener relaciones sexuales con él.
El cadáver, que está siendo analizado por la institución correspondiente, fue localizado adentro de un pozo, luego de que Zavala Gómez hubiese confesado la ubicación del mismo.
La causa de muerte de la joven fue por estrangulamiento y al ser encontrado el cuerpo tenía al menos de seis a ocho horas de fallecida y con ocho meses de embarazo.
El esposo y el hijo mayor murieron de inmediato tras los disparos, pero la mujer y su hijo menor fueron llevados a un hospital, donde murieron al llegar, según reportes policiales.
La víctima murió en febrero de 2016, luego de que dos supuestos pandilleros dispararan en al menos siete ocasiones contra su rostro y su cuello. La Fiscalía pidió condenarlos por homicidio agravado, pero la juzgadora lo consideró un homicidio simple.