Aunque en este hecho, que la policía calificó como un enfrentamiento, murieron otros siete supuestos pandilleros, la Fiscalía decidió acusar a los agentes solo por el homicidio de una persona.
El asesinato de 11 trabajadores será llevado a los tribunales en los que se espera sean condenados los siete pandilleros de la 18 implicados.
La investigación arroja que los pandilleros de la 18 solo querían privarlos de libertad para no tener testigos a la hora de cometer sus crímenes.
Las víctimas son ocho empleados de una empresa de electricidad y tres jornaleros que casualmente presenciaron la matanza.
La defensa alega que han pasado seis meses y todavía no hay una resolución para definir el futuro del militar, quien está enfermo.
Estaban citados nueve militares, pero solo se presentaron siete, por lo que los ausentes serán citados por segunda ocasión y si no se presentan, entonces serán llevados con orden de detención.
A pocos meses de que una fuerza de 800 hombres armados, mitad policías, mitad soldados, fuera desplegada en el centro de San Salvador, para contener la ola de homicidios, la misma fue diezmada paulatinamente. Este miércoles la sangre volvió a correr por las calles de San Salvador centro. “Es imposible mantener seguro el centro de San Salvador con pocos elementos”, aseguró un policía.
Los fiscales a cargo del caso estaban en otra audiencia, lo que obligó al juez a reprogramarla para el 31 de marzo.
La agrupación o colectivo "Víctimas de Terrorismo El Salvador" pedirá hoy cárcel para los ex comandantes de la ex guerrilla del FMLN que tuvieron participación material o intelectual en casos como la Masacre de la Zona Rosa.
Después de la matanza también se registraron intentos de rebelión en otras cárceles de la ciudad, y unos 130 detenidos de una misma facción debieron ser trasladados de sus respectivos centros a una prisión pública.
