Un agente policial que intentó ingresar al extinto GRP cuenta cómo fue el entrenamiento y por qué se convirtieron en una de las fuerzas élites con más prestigio dentro de la PNC.
Las capturas de estos agentes se realizaron el pasado lunes, bajo órdenes administrativas de la FGR.
Por este hecho están siendo procesados, tres civiles y ocho agentes del extinto grupo de élite, entre los que se encuentran el exjefe de la unidad y Juan Josué Castillo Arévalo, de indicativo Samurái.
Sobrecarga de trabajo, olvido de las autoridades de la PNC, falta de equipo y el descuento arbitrario de sus salarios son algunas de las quejas que elementos del extinto del GRP señalaron en una entrevista exclusiva con El Salvador Times.
El juez del caso comento que aunque nadie lo dijo expresamente “la mancha de sangre que está a la entrada del GRP implicaría que bajaron el cadáver”.
Los agentes habían pedido una audiencia especial para que se le cambiara la detención provisional por medidas sustitutivas, mientras dure el proceso. Sin embargo, el juez asegura que podrían entorpecer la investigación si quedan en libertad.
Los dos agentes acusados de incumplimiento de deberes piden que se les cambie la detención provisional por medidas sustitutivas.
Un médico que no tuvo acceso al cuerpo reveló a la Policía que extendió la constancia con la que se realizaron los trámites en San Francisco Javier.
El jefe policial aceptó que los hechos ocurridos en una fiesta de fin de año en la sede del GRP aceleraron los procesos para la creación de una nueva unidad élite.
La nueva unidad será conocida como Unidad Táctica Especializada Policial (UTEP) o Jaguares.
